viernes, 12 de diciembre de 2008

"Mi aventura de ser docente"



Estudié la licenciatura en sociología en la UNAM, y aunque existe un campo de la sociología que es la educativa, nunca creí que algún día estuviera frente a grupo.

Ahora bien, como profesor del Centro de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios (Cetil No. 50), el tiempo, y la reflexión obtenida de la vivencia cada día en ese plantel, han permitido obtener cambios sustanciales en el ejercicio de la práctica docente.

Aunque han pasado algunos años, aún se encuentran recuerdos fijos como el del primer día de clases; el sentir un alto nerviosismo cuando una serie de miradas acorralan; fue impactante el silencio que se produjo, todos en espera de que el maestro lo rompiera con un simple saludo o bien indicando de que se trataba la materia.

Como era el primer día de clases, la primera vez frente a un grupo, la primera vez que tenía que explicar un contenido, recordaba todas las recomendaciones que algunos compañeros compartieron. “Siempre pasa lista”, “trata de aprenderte los nombres de los estudiantes, ayuda mucho”, “Tú explica y el que le entendió bien y el que no ni modo”.

Así que lo primero a realizar después de un “buenos días”, es la presentación al tiempo que se anota el nombre sobre el pizarrón, posteriormente, nombrar a los estudiantes uno por uno.

Después dictar el programa de estudios, una acción muy encomendada por la autoridad de servicios docentes a todos los maestros en la última reunión antes de iniciar las clases, por otra parte, estaba convencido de ello porque me dije: lo mismo hacían los profesores que tuve a lo largo de mi vida escolar. Tienen que tener escrito los temas que se van a desarrollar.

Por supuesto, en la misma sesión no podía dejar de establecer las normas de comportamiento, sobretodo porque como mencioné con anterioridad, era “nuevo” en el medio educativo, así que traté de seguir los consejos de los colegas quienes por obvias razones me rebasaban en experiencia, el que menos tenía un año dando clase.

Constantemente escuchaba: “Si no les pones las reglas desde el principio van abusar de ti”, “No les permitas pasarse de listos, tú eres el profesor, es tú clase”, “Ten mucho cuidado son adolescentes y no todos vienen a estudiar”.

De tal forma, que la actitud que tomé con ellos fue sumamente autoritario. Mi forma de dirigirme a ellos era directa, fuerte, incluso el tono de voz era alto para enviar el mensaje oculto: “yo tengo el poder”. Esto era evidente en toda su plenitud, cuando enfatizaba la hora de entrada y salida del salón de clases.

Lo mismo sucedió al indicar la forma de evaluar. Tres exámenes parciales, y un final. Tareas y asistencia, ¡Ah por cierto, tres faltas y están reprobados en el parcial en turno”. No les di más que el valor de los exámenes, los cuales cubrían el 60% de la calificación, ello establecido por el acuerdo de Academia de la asignatura.

Bueno, posterior a esos elementos preparatorios, inicié la clase y al dirigirme a ellos, traté de ser precisa con el objetivo de la materia, así como del tema principal del día, me percate de que escribieran los objetivos en su cuaderno y pasaba entre las filas verificando.

Comencé preguntando ¿alguien sabe que son los textos literarios?, sin recibir respuesta, proseguí con más preguntas. Cuando afortunadamente alguien me dio algunos ejemplos le dije ¡No!, pregunté que son, no quiero ejemplos, primero debemos saber su significado.

Era el momento de utilizar unas láminas que elaboré previamente, las cuales mostraban en dos colores el significado conceptual del tema, los elementos que lo componían y una serie de incisos que señalaban características.

Con ellas me apoyé para explicar el tema, señalaba, explicaba, escribía sobre el pizarrón, anote los ejemplos y continúe con mi discurso por lo menos unos cuarenta minutos. Cuando consideré que había dicho todo lo que había preparado en torno al tema, al final cuestioné a los alumnos en torno a los contenidos explicados.

Si me respondían en concordancia a lo explicado les decía ¡muy bien!, si no lo hacían, se quedaban cayados o medio hablaban les decía, ¡abusado, más rápido!, ¡el que sigue en la fila, qué puede agregar!, sin embargo, fue en esa clase y las que vinieron una preocupación constante verificar que lo expuesto fuera claro para la mayoría, a pesar de ser muchos estudiantes.

Durante un largo tiempo mantuve la misma tónica de clase, premiaba con palabras o regañaba igual a quienes no trabajaban o eran muy latosos, todo dentro del salón. Hasta que de pronto en el período intersemestral acudí a un curso de docencia, creo que el nombre era “Herramientas eficaces para la docencia”, me agradó ya que a todos los participantes nos enseñaron hasta utilizar el gis y el espacio de la pizarra, la importancia de realizar material didáctico creativo para atraer la atención de los jóvenes, pero lo más interesante fue el intercambio de experiencias en el aula, el cómo resolver casos, conflictos intergrupales, cuestiones de motivación, entre otros.

Todo era importantísimo para quien desconocía la labor docente de manera profesional, por lo tanto, realice anotaciones sobre algunas reflexiones, de bibliografía u otros tips por decirlo así. De tal forma que, cuando reanude mi servicio llegué con otra visión, no tan rígida por lo menos en los contenidos conceptuales, en tanto, más segura en la parte de uso de algunas técnicas individuales y grupales, aunque durante un largo periodo sentí que experimentaba en la manera de dar la clase, sin quitarme de la mente la idea de ¡ojalá no los esté echando a perder!

Me fueron confirmados con aquel primer curso, el pase de asistencia, el establecer conductas observables en los alumnos como metas de aprendizaje, en disponer la enseñanza en función de los objetivos, utilizar recursos didácticos sólo de acuerdo a lo definido con el objetivo del programa y la materia; al igual que los exámenes, pues debían ser elaborarlos en función de lo visto en clase, con su relación de columnas, completar información, opción múltiple, sin objetar los denominados departamentales, por el gran esfuerzo que implica calificar tantos exámenes, ya que en el mejor de los casos, el menor número de estudiantes por grupo era de 35.

Por otro lado, algo que fue significativo con aquellas experiencia, fue el escuchar también a compañeros que manifestaban, la preocupación por la pasividad de los estudiantes, y la forma en que a su parecer los hacían entrar en acción, es decir, se encontraban en la búsqueda de caminos para enseñar y que los chavos aprendieran. Por ejemplo, narraban alguna actividad en la cual se tuviera que cambiar la organización del mobiliario utilizado dentro del espacio físico del aula. Eso fue muy ilustrativo, a partir de ese momento también llevé a cabo mis propias modificaciones.

Afortunadamente, la asistencia a cursos fue recurrente, abriendo paso a la reflexión constante de la práctica docente, adquiriendo mayor conocimiento, pero no de lleno tampoco, fue un proceso lento, pero determinante de cambio.

Todavía no se vislumbraba la enseñanza de temas en relación con otras materias, contenidos, u otros escenarios, proseguía con una instrucción programada en pequeños y diferentes pasos, como fraccionada o desmenuzada en partes, obviamente, con un cuidado lógico que pudiera ser aprendida por el estudiante.

Explicaba el tema, esperando que se aprendieran casi de memoria ciertos datos, pues provocaba respuestas correctas bajo el control de estímulos. De manera paulatina, incluí lecturas breves compartidas en voz alta, ejercicios de escritura, ahora primero me escuchaban, nadie escribía y al final elaboraban su propia síntesis, esto es, ya no les dictaba tanto.

Una que otra ocasión, manejé la competencia entre los estudiantes, unas, hombres contra mujeres, otras por filas, con premio unos hacían la tarea otros no, en fin como se presentara el momento, el tiempo y la dificultad de los temas.

También, en forma intercalada se puso a disposición de los estudiantes y en apoyo a los contenidos por aprender, documentales, películas, diapositivas, y acetatos, en la medida del tema y de las posibilidades económicas personales. Esto era una mejoría, pero mínima, pues muy pocas veces por el tiempo que se nos venía encima, se podía ver la película, más discutirla, o dedicarle el tiempo necesario hasta la comprensión. Otras veces, se quería retomar el diálogo en la siguiente clase, pero se dificulta, ya que parece nada, pero se pierde la emoción.

Posteriormente, aparte de la clase expositiva, la cual no desaparecido, ni desaparecerá, se ha modificado sólo por algunos días, y el caso, el uso de revistas y periódicos, libros, enciclopedias y diccionarios para buscar alguna noticia, imagen, frase, anuncio, pensamiento, idea, argumento, para explicar, como ejemplo de…, incluso en revisión del propio material que no siempre se conoce y del cual también se aprende. Vistos como herramientas de apoyo, lo mismo que la utilización de la red.

Así es, utilizar internet para la búsqueda de información, desafortunadamente esto no se lleva a cabo, de manera grupal en asignaturas de tronco común, primero por darle prioridad a las carreras que tienen fijo el uso de laboratorios de computo, y que se desaprovecha por falta de comunicación entre profesores el trabajo asociativo de una a otra materia, por el gran número de jóvenes para una sola computadora. Por estos y muchos otros motivos, el uso de la utilización de equipo de cómputo es individual, o para actividades extraescolares.

Sin embargo, la orientación adecuada para la búsqueda de la información, permite un aprendizaje efectivo. Ejemplo, se les da a los estudiantes una lista de direcciones electrónicas donde puedan localizar información seria con respecto a un tema a desarrollar, u exponer. Analizar primero la información y posterior, crear su propio material en diapositivas con powert point. Claro depende también del nivel educativo.


"Confrontación con la docencia"

“Así enseño”

Algunos aspectos que tomo en cuenta antes de preparar una clase son:

Programa o mapa conceptual de la asignatura.
Considero el ciclo escolar (fechas) veo No. de clases para el semestre.
cuerdos por Academia en cuanto ha elaboración de actividades, profundidad de los temas ha tocar y criterios de evaluación a considerar.
Ahora, nos exigen secuencias didácticas.

Ya que tengo todo esto, más o menos organizado, entonces realizo la secuencia especificando aspectos de apertura, desarrollo y cierre.

En la apertura les pregunto del tema pero, relacionado a la vida cotidiana y ellos van respondiendo. Cuando llegó a ese punto les indico a los muchachos que vamos a conocer, cuál es el objetivo de la clase o de lo que se va aprender y hasta donde llegaremos con lo que pretendemos.

Algunas veces puedo hacer un cuestionario previo para diagnósticas sobre el tema y ellos mismos se den cuenta de que ya tenían conocimientos sobre el tema a tratar.

Explico el tema o la parte correspondiente y trato de que no sean más de 15 minutos como lo indica normalmente mi secuencia. Después ellos realizan un ejercicio que previamente preparé y que está por escrito en la secuencia.

Explico las instrucciones o las escribo en el pizarrón. También pueden estar indicadas en la parte superior de la actividad a iniciar y bueno algunas son individuales, otras en equipo, depende del tema. Desarrollan la actividad en un tiempo establecido cuidando mucho ello, porque viene otra materia y no podría concluir mi trabajo.

Para el cierre, si fue en equipo en plenaria se explican las ideas encontradas por los integrantes del equipo o se elige un moderador o luego discutimos los puntos en común o las diferencias. Trato de que reflexionen y que ellos mismos se den luz de sus errores o mejoras. Normalmente les pido investigar o realizar alguna otra actividad para enlazar el tema con el que viene en la siguiente clase.

Ellos mismos, se autoevaluan con el ejercicio realizado al intercambiar su documento o bien, saben el valor que tiene cada actividad en clase y los van guardando para que ellos mismos vean al final de la unidad su desempeño tanto de forma como de fondo.

Obviamente, yo ya investigue del tema, tengo mi material preparado y señalada la bibliografía en la secuencia didáctica. Además, pongo en consideración sus intereses y es un poco estresante, ya que cuando son de primer semestre son muchos y tengo que estar al pendiente de todos.

A veces me gana el tiempo y tengo que realzar l actividad en más de dos clases, donde tengo que ir ajustando, tiempos, a veces el material por el impacto que les causo, etc.

"Los saberes de mis estudiantes"



Lo que nuestros estudiantes saben hacer en Internet

Es importante rescatar esta información a la cual pocas veces reparamos o reflexionamos en ella, sobre todo, después de darme cuenta de que los estudiantes se encuentran ubicados en un contexto totalmente tecnológico.

Al obtener la información verbal a través de las pregunta: ¿Cuándo ingresas a Internet para qué lo utilizas? mis estudiantes de primer semestre de bachillerato en informática, me respondieron de la siguiente manera:

“lo uso para bajar música para mi celular, envío o me llegan chistes y cadenas sobre un tema en específico, como el amor, espiritual, depende del mes en que estemos; todo en mi correo”. (Ariel 16 años).

“Profesor busco direcciones cuando tengo que ir algún lado, por ejemplo museos, estadios, conciertos de música, cines, sí para todo eso, lugares específicos que visitar o cuando voy de vacaciones con mi family”. (Esteban 15 años).

“Yo sólo busco información para tareas o cuando me dejan exponer en clase, no se crea está caro el café Internet”. (Lupita 15 años)

La neta, para guardar las fotos de mis amigos, consultar algo que no sé o tengo duda y la verdad para ver videos de los agarrones que se dan las chavas a fuera de la escuela, …lo puede ver en la jaula de las locas”. (Enrique 16 años).

“Para buscar tareas que me dejan en la escuela, normalmente bajo la información de Encarta y Wikipedia, ahí siempre viene todo, imágenes también y es fácil cortar y pegar”. (Julio 16 años).

“Chatea profe, es chido conocer amigas por Internet, aunque luego lo engañan a uno, ponen la cara de otra persona y se bien, bien usted sabe, y luego ni son”. (Carlos15 años).

“Me comunico con gente del extranjero, es padre porque te platican de cómo viven, sus tradiciones o costumbres que aquí no sabemos de ellos, bueno con los que hablan español, porque de inglés no le agarro bien la onda todavía”. (Ramón 15 años)

Cuál es la estrategia que construimos con ellos para aprovechar esos saberes en las actividades del aula.

Los invité realizar una presentación, no más de 25 diapositivas en power point sobre el desarrollo sustentable, con su música, efectos, imágenes, bibliografía, la estructura basada en 5 preguntas que dí, en relación al tema, tenían también que incluir imágenes. Equipos de 3 personas.

Les comunique cuál era el objetivo, pero además que las mejores presentaciones serán subidos a la página de Internet de nuestro plantel.

Quiénes van a enseñar a quiénes, qué les enseñarán y dónde lo harán.

De un día para otro tenían que investigar en Internet como siempre lo han hecho, pero ahora su información la llevarían en CD o usb, no impresa. Les dije que el día de la clase visitaríamos la biblioteca del plantel porque ahí están las computadoras y realizaríamos las 5 primeras diapositivas para observarlos trabajar. Fue dificultoso por la cantidad de alumnos y con sólo 10 computadoras en esa zona.

Realmente los vi muy entusiastas, hubo colaboración entre quienes sabían manejar la computadora y el paquete en sí, pero hubo auxilio hacia los que tenían menor habilidad; considero que la idea de pensar ver en un futuro no muy lejano su trabajo publicado en la web los motivo.

De manera precisa, algunos chicos, tenían trucos para realizar un paso más rápido con el paquete y tenían atentos a los que no lo sabían hacer. Sí compartieron conocimiento.

Es pertinente señalar, que la actividad se realizó hasta las presentaciones, la revisión de los primeros trabajos se realizó en el auditorio de la escuela, lo que implicó el uso del mismo y cañon, tal vez, para cuando revisemos los que faltaron espero cada equipo lo haga entre sus propios integrantes y equipo, para después enlistar las modificaciones a realizar, no pude avanzar más por el importante factor tiempo.

Para concluir sólo señalo lo siguiente: se tiene que planear de manera precisa la actividad, tal como lo hicimos con la Web Quest, pues de esta manera se obtendrán excelentes resultados. En tanto, los puse a investigar cómo subir información a un sitio de software libre y ellos propusieron: preguntar a sus profesores de la especialidad cómo hacer una página web, pensar en el nombre de la página y realizar difusión para invitar a participar con temas de interés para ellos.